Nivel: Nivel Abierto
¿A quién va dirigido?: Todos los públicos
Capacidad: 14 plazas
Disciplinas: HIPOPRESIVOS Abdominales hipopresivos
Descripción: Clases de abdominales hipopresivos en las que practicaremos el método Low Pressure Fitness, un sistema de entrenamiento respiratorio y postural para experimentar los efectos fisiológicos que tiene en tu cuerpo la práctica de respiración consciente, así como el movimiento controlado en una adecuada postura corporal. Si tu postura y tu respiración son las adecuadas, tu cuerpo empezará a reconstruir sinergias musculares saludables para tu suelo pélvico.
Además, si sufres de estrés y ansiedad, la práctica regular de hipopresivos (al menos una hora a la semana), da tono al nervio vago, responsable de modular el estrés oxidativo y la inflamación.
El nervio vago, el nervio más largo del cuerpo, inicia en el tronco encefálico y se extiende hasta el abdomen. Supervisa y recibe información sobre el funcionamiento del corazón, los pulmones y otros órganos internos.
Orquesta las respuestas corporales para mantenerte a salvo o advertirte sobre el peligro incluso antes de que puedas pensar conscientemente en ello. Así, con la información que recoge el nervio vago, y sin tu conocimiento, el cerebro analiza el entorno para detectar las señales de peligro, poniéndote en alerta máxima para luchar o huir o, en situaciones extremas, mediante la inmobilización. También escanea en busca de señales de seguridad, generan la calma suficiente para abrirte a participar socialmente con las demás personas.
Dale un mimo a tu suelo pélvico y a tu Sistema Nervioso e integra en tu vida esta práctica.
Además, si sufres de estrés y ansiedad, la práctica regular de hipopresivos (al menos una hora a la semana), da tono al nervio vago, responsable de modular el estrés oxidativo y la inflamación.
El nervio vago, el nervio más largo del cuerpo, inicia en el tronco encefálico y se extiende hasta el abdomen. Supervisa y recibe información sobre el funcionamiento del corazón, los pulmones y otros órganos internos.
Orquesta las respuestas corporales para mantenerte a salvo o advertirte sobre el peligro incluso antes de que puedas pensar conscientemente en ello. Así, con la información que recoge el nervio vago, y sin tu conocimiento, el cerebro analiza el entorno para detectar las señales de peligro, poniéndote en alerta máxima para luchar o huir o, en situaciones extremas, mediante la inmobilización. También escanea en busca de señales de seguridad, generan la calma suficiente para abrirte a participar socialmente con las demás personas.
Dale un mimo a tu suelo pélvico y a tu Sistema Nervioso e integra en tu vida esta práctica.